Argentina: No más venganza
Por Miguel A. Vergara Villalobos
Al día siguiente del triunfo del electo presidente Mauricio
Macri, el diario La Nación de Buenos Aires (23 de noviembre), publicó una
notable columna editorial titulada “No más venganza”. Allí se dice que la causa
de los DD. HH no se puede defender con mentiras, ni tampoco con nuevas
violaciones a los mismos derechos que se dice defender, que es lo en ese país
está ocurriendo con muchos militares que debieron reprimir el terrorismo en la
década de los setenta.
El editorial estima que no hay mayor diferencia entre los
trágicos hechos ocurridos el viernes 13 de noviembre en París, y el accionar
terrorista en Argentina, que estaba organizado en grupos compactos y estancos,
destinados a asesinar con armas y bombas. Esa izquierda llena de verborrea y de
clara configuración fascista fue la que se apoderó del gobierno y su aparato
comunicacional.
Así se ocultó la verdadera historia, pero ya no se puede
seguir mintiendo.- En los años setenta la sociedad comprendía perfectamente que
el terrorismo de Estado fue consecuencia del pánico social que provocaron las
“matanzas indiscriminadas perpetradas por grupos entrenados para una guerra
sucia”, que ahora se los califica de “juventud maravillosa”.
La sociedad de entonces aisló a esos “jóvenes idealistas” y
permitió que el terrorismo de Estado los aplastara con su poder de fuego, en
una guerra donde lo que imperaba era la eficacia de las operaciones militares
para aniquilar el terrorismo. Regía la misma moral por ambos bandos.
Estima La Nación que ha llegado la hora de la verdad. No es
justo que quienes sembraron la anarquía y destruyeron vidas y bienes, sigan
gozando de un reconocimiento histórico como si fuesen héroes, nada más porque
contaban con el apoyo del gobierno de turno.
Según el editorialista, es vergonzoso que hayan sido
condenados incluso uniformados que solo eran sospechosos de haber participado
en la represión subversiva y que, además, permanezcan encarcelados militares de
muy avanzada edad.- Hay ya más de trecientos que han muerto en prisión, “y esto
constituye una verdadera vergüenza nacional”.
Cualquier semejanza con nuestra realidad es mera
coincidencia.-
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